La amistad es una cajita de cristal.
Pequeña, transparente, donde guardas allí dentro todos tus pensamientos, ideas, cariño y amor.
Un cristal fino donde te reflejas. Material en el que están hechos tus sueños. Son porciones de tu corazón que intentas que no se rayen nunca.
Un amigo es más que una persona. Algo que no es físico, algo que siempre llevas. Es eso que recoges por el camino y guardas en tu cajita de cristal, cuidadosamente acomodado en su interior de terciopelo. Todo eso en lo que crees, en lo que confías, en lo que sientes.
Eso que más allá del mundo encuentras. Eso que te abraza cuando piensas que no puedes más. Algo que lamentas no ver. Porque el amigo no se ve, no se toca, no se huele. Simplemente lo sientes. Y, aunque se encuentre sentado a tu lado, tú nunca lo ves como la materia física que es. Su esencia oculta entre los pliegues del terciopelo de tu cajita de cristal.
A veces lo miras a los ojos. A veces sientes su presencia.Sin embargo, el amigo no es la persona que ves. Es la persona que sientes.
Es aquello por lo que darías todo.
Menos tu cajita de cristal…
La amistad es como la salud: Nunca nos damos cuenta de su verdadero valor hasta que la perdemos.
Un amigo es alguien que está contigo porque le necesitas, aunque le encantaría estar en otra parte.
Cuando te duele mirar hacia atrás y te da miedo mirar adelante, mira hacia la izquierda o la derecha y allí estaré, a tu lado.
Mucha gente entra en y sale de su vida a lo largo de los años. Pero solo los verdaderos amigos dejan huellas en su corazón.
Un amigo verdadero es alguien que cree en ti aunque tu hayas dejado de creer en ti mismo.
Un abrazo vale mil palabras. Un amigo más.
Cultivar un verdadero amigo requiere dedicación y tiempo.
La amistad es el ingrediente más importante en la receta de la vida.
Una vida sin amigos es como vivir en una isla desierta, sin agua, sin alimentos, sin luz.
Un verdadero amigo es alguien capaz de tocar tu corazón desde el otro lado del mundo.
Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores.
Quién descubra la verdadera amistad, se encuentra con un tesoro.